Bueno ya estamos a puertas de las Navidades, intentaremos compatibilizar el árduo trabajo en la tienda ésta época con la ilusión de Daniela de Reyes Magos, Papa Noel y reuniones con familia y primos. Todo un reto con el tiempo escaso que tenemos, aún así merece la pena el sacrificio por verla ésa cara de felicidad que tiene.
Siempre es un soplo de aire fresco después de trabajar y llegar cansado a casa que te reciba con un abrazo y un beso.Creo que todos los compañeros de Vietnam estamos más que encantados con nuestros pequeños, nos dan más de lo que reciben y día a día nos dan motivos para seguir luchando en una época un poco dura a nivel de trabajo.
Tengo ya unas ganas de que nos veamos en la siguiente Kedada de Mayo en Vietnam para achuchar a todos los niños un poco y hablar con todos los padres.